Existen numerosas conductas y signos que nos pueden avisar sobre la
existencia de que una persona padece un TCA. Normalmente, cada trastorno alimenticio
tiene diversos y distintos signos, aunque en general son los siguientes:
- Ausencia de ciclos menstruales. Esto se puede detectar si no se observan utensilios de higiene femenina en la papelera del servicio durante varios meses seguidos.
- La persona que padece el trastorno suelen cocinar, pero nunca comen lo que cocinan.
- Suelen tener una pérdida sustancial de cabello.
- Tienen etapas de hiperactividad.
- Realiza dietas adelgazantes y estrictas, aunque esté delgada/o.
- Domina al milímetro las calorías de cada alimento.
- Poco a poco retira algunos alimentos que anteriormente solía ingerir habitualmente.
- No suele comer a la misma hora que los demás miembros de la familia y come solo/a.
- Come a escondidas. Esto se puede detectar si a menudo se observa que falta o desaparece comida.
- Después de comer va al baño y está un buen rato en el interior del mismo.
- Esconde su cuerpo en ropa holgada o poniéndose muchas capas. Se niega a realizar cualquier actividad con la que tenga que mostrar su cuerpo.
- Dice muchas veces que esta gorda/o sin estarlo. Y suele pesarse constantemente, o por el contrario tener miedo a pesarse.
- Realiza actividades físicas inmediatamente después de haber comido, y si no puede realizar ejercicio físico se irritan y se pone nerviosa/o.
- No suelen relacionarse con sus familiares ni amigos, es decir, tienden a aislarse de todo el mundo.
- Constantes atracones de comida.
- Come muy deprisa, mucha cantidad y descontroladamente.
- Después de los atracones, se tiene una conducta compensatoria durante un par de veces en la misma semana.
- Tiene problemas dentales, los ojos irritados, normalmente está cansado/a y suele tener episodios de inestabilidad emocional.
- Tienen cambios de humor repentinos.
En el caso de que se observen diversos de los signos anteriores, los
primeros pasos que deben realizar los padres y/o familiares es acudir a un
profesional que pueda orientarles sobre qué hacer en este tipo de situaciones.
Y actuar en consecuencia a lo recomendado.
Ante una situación en la que un miembro de la familia sufre un TCA, los
padres y familiares no deben pensar que ellos tienen la culpa de que su hijo/a
o familiar padezca alguno de estos trastornos. Estos tampoco deben compadecerse
de o dejarse manipular por la persona que se encuentra ante esta situación, ni
tampoco sobreprotejerlo/a. Deben mostrarse comprensivos, y expresarles que
sienten afecto por ellos y que les respetan. Deben hacerles ver que lo que
están experimentando es una enfermedad, y que su vida es más importante que
tener un cuerpo perfecto, o que por no comer se van a sentir mejor, etc. Estos también deben darle la oportunidad de que se haga responsable de
algunos temas, aunque sin forzarles o presionarles demasiado. Deben ser
pacientes porque no es un simple resfriado, sino una enfermedad que requiere
tiempo y esfuerzo poder superarla. Los padres y/o familiares deben buscar el
apoyo de la pareja o de otro familiar, deben mostrarse siempre unidos y fuertes
antes las situaciones que se puedan producir.
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